domingo, 22 de febrero de 2015

Obras de “DESKARGA” … Y los trabajadores qué!!!

Obras de “DESKARGA”
… Y los trabajadores qué!!!

Tras la decisión de la Diputación Foral de Gipuzkoa de rescindir el contrato de construcción del tramo Antzuola- Bergara, ELA iniciará una ronda de contactos con las empresas y los diferentes partidos políticos para tratar de buscar soluciones a la dramática situación que están viviendo los y las trabajadoras de esta obra.

El Diputado general de Gipukoa observa el tramo de Deskarga.
Que, ya desde el comienzo, desde ELA denunciamos que las condiciones de adjudicación foral de la obra a la UTE LAPATZA adolecían de importantes defectos que, estimábamos, harían imposible una mínima normalidad en el desarrollo de la misma. No era difícil imaginar que con los 40 millones (excepto IVA) en los que finalmente se adjudicó (37% de rebaja con respecto a lo licitado inicialmente= 23 millones de “ahorro”), la cosa no daba para cubrir mínimamente la legalidad vigente. Hay que añadir también que desde la esfera política no se podía alegar desconocimiento al respecto, ya que los propios técnicos de Diputación ya advertían en la licitación un coste de la obra muy superior.
Desde ELA siempre se ha denunciado públicamente la evidente incompatibilidad de estas políticas de adjudicación con cuestiones tan básicas como la seguridad y salud de los operarios, así como de sus condiciones sociolaborales (salario, jornada, maquinaria, etc.,). Desgraciadamente, lejos de corregirse estas políticas, se optó por la táctica de “matar al mensajero”, acusándonos de “alarmismo injustificado” y hasta de ¡“persecución política”!.
Viendo lo sucedido, no nos duelen prendas al manifestar que ojalá hubiera sido así y no hubiéramos tenido que vivir en directo y a pie de obra lo allí acontecido. La terrible tragedia que supuso la pérdida de una vida humana, la ocultación de otro grave accidente que sólo por suerte no acabó igual, el deterioro constante de las más básicas normas de seguridad, la no aplicación del preceptivo Convenio Colectivo del sector,….todo ello fruto y consecuencia de esa estrategia política del rápido-rápido y barato-barato tan firmemente arraigada en nuestras instituciones públicas. Y es que el verdadero problema no radica tanto en quién hace la obra, sino en quién decide políticamente cómo se tiene que hacer dicha obra.
Los perdedores…..los de siempre.
Aquí, los perdedores, han sido y son los de siempre. Perdedores, los trabajadores que dejaron la vida y/o la salud en este despropósito; perdedores los que, salvando la integridad física, se quedaron sin cobrar lo que les correspondía y perdedores ahora ya todos, con los despidos, cierres de empresas arruinadas y la abrupta paralización de la obra.
ELA no va a dar la espalda a estos trabajadores y familiares que tanto han sufrido y perdido. Para ELA esta obra no ha acabado y va a exigir responsabilidades a quien corresponda.
ELA iniciará una ronda de contactos con las empresas y los diferentes partidos políticos con representación en la Diputación Foral de Gipuzkoa  para tratar de buscar soluciones a esta dramática situación que están viviendo los y las trabajadoras de esta obra.
Una decena de denuncias
Una decena de denuncias presentadas por ELA y ratificadas con posterioridad por las autoridades competentes, más todo el rosario de tragedias e incidentes citados, han acabado por darnos la razón. Y nada más lejos de nuestra intención que “tener razón” en temas como estos. Sobra decir que preferiríamos mil veces poder pasar inadvertidos, comprobando in situ cómo las cosas se desarrollan merced a la legalidad vigente y sin sobresaltos. Pero esto, hoy por hoy, es pura ciencia-ficción….al menos mientras no experimente un giro copernicano la sensibilidad social de nuestros políticos.
Hay que estar más en la obra
La diferencia entre la moqueta institucional y el barro de los tajos va bastante más allá de la confortabilidad de una o el pringue consustancial al otro. Pisar el barro, permite conocer de primera mano lo que sucede y, a su vez, poder poner remedio antes de que suceda lo inevitable. Nada de esto se ha hecho desde la institución foral y las consecuencias están a la vista de todos.
Para terminar, les guste o no, ELA va a seguir siendo ese agente social incómodo que no tiene ni tendrá complejo alguno en denunciar y perseguir las irregularidades que se cometan en toda clase de obra pequeña o grande, pública o privada. Desde ELA exigimos un cambio radical en las políticas de adjudicación, haciendo prevalecer la dignidad y seguridad de los operarios sobre otros intereses espurios.

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