Trabajo constata el fraude laboral a 65 trabajadores en la variante de Hernani
La inspección propone multas de 94.100 euros por vulnerar las condiciones laborales mínimas
Empleados de una subcontrata trabajaron hasta 545 horas extra sin cobrar entre febrero y diciembre de 2012
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| El responsable de ELA con trabajadores de la empresa IMI (foto NG) |
Al menos 65 empleados de una subcontrata, 54 de ellos extranjeros, trabajaron el año pasado de forma irregular en la construcción de la recién inaugurada variante de Hernani, sin que se les aplicasen los requisitos laborales mínimos exigidos en los pliegos de condiciones de esta obra promovida por la Diputación de Gipuzkoa. La Inspección de Trabajo ha levantando, por ahora, dos actas de infracción "muy graves" contra la empresa IMI (Ingeniería y Mantenimiento de Infraestructuras SL): una por obstrucción a la labor inspectora (75.100 euros) y otra por impagos salariales (19.000).
Según la resolución de la Inspección de Trabajo, la cuantía del fraude laboral a estas 65 personas es de "difícil cuantificación por la conducta obstruccionista de la empresa" subcontratada, que fue creada en febrero de 2012 y ese mismo año, según fuentes de ELA, estuvo trabajando en cuatro obras públicas de Gipuzkoa y alguna más en Euskadi.
La Inspección de Trabajo, que ha investigado durante cuatro meses este caso a raíz de una denuncia del sindicato ELA en enero, considera probado que los 65 trabajadores que esta compañía empleó en las obras de la variante de Hernani, incumplieron, al menos, la jornada laboral máxima fijada en el Convenio de la Construcción y Obras Públicas de Gipuzkoa. El cumplimiento obligatorio de dicho convenio estaba incluido por primera vez en unos pliegos de condiciones de una obra pública en el territorio. Sin embargo, a estos trabajadores se les reconocen jornadas de hasta once y doce horas, con numerosos sábados, domingos y festivos incluidos, según ELA.
Las pesquisas siguen abiertas para determinar el monto total del fraude laboral a estos 65 trabajadores, pero la Inspección sí ha podido constatar que solo a 26 de ellos, en concepto de dietas, se les deben 85.155 euros, ya que su domicilio habitual se ubicaba a una "distancia mínima de 83,5 kilómetros del centro de trabajo" en Hernani.
El inspector añade, en sus conclusiones, que a siete de estas personas se les adeudan, además, 65.649 euros en concepto de horas extras, ya que en solo unos meses acumularon en torno a 500 horas extraordinarias cada uno. Estos son los casos que denunció en enero el sindicato ELA y, por tanto, los que mejor documentados están. Son los únicos en los que la Inspección de Trabajo ha podido constatar la cuantía del fraude y los que dieron origen a esta actuación inspectora.
Por estos hechos, el inspector del INSS propone una sanción a la empresa IMI por valor de 19.000 euros, que se sumaría a la propuesta de otra multa de 75.100 euros por su "conducta obstruccionista" que "impide cuantificar" exactamente la deuda acumulada con sus trabajadores. La Inspección de Trabajo sigue, a su vez, reclamando más información a fin de determinar la dimensión total del fraude laboral a los 65 trabajadores.
finiquitos sin cobrar ELA recuerda que los siete trabajadores cuyos casos denunció en enero siguen sin cobrar aún las pagas extras de 2012 ni el sueldo de diciembre ni el correspondiente finiquito tras la extinción de sus contratos y asegura que están en una "situación lamentable". El responsable de la Construcción de ELA en Gipuzkoa, Igor San José, recordó que con las horas extra -hasta 545 acumuladas por varios de ellos en solo diez meses-, se podrían haber generado nuevos puestos de trabajo. El sindicato también critica, pese a las denuncias que lleva haciendo desde diciembre de 2011 en la variante de Hernani, la falta de vigilancia para hacer cumplir las condiciones laborales que los pliegos obligaban a aplicar en esta obra pública. La central sindical asegura que este tipo de incumplimientos suponen una "competencia desleal" para muchas empresas del territorio que sí aplican las condiciones laborales del convenio territorial a sus trabajadores y se ven, en muchos casos, desplazadas por otras compañías que pagan mucho menos y hacen trabajar más a sus trabajadores.
La empresa IMI realizó en la variante de Hernani "trabajos diversos de construcción, sustancialmente de encofrado de estructuras, en virtud del contrato de ejecución de obra suscrito con Variante de Hernani UTE como subcontratista de primer nivel". Según constata el inspector de Trabajo en su resolución, "la mercantil comenzó a prestar servicios en la obra el 1 de febrero de 2012, asumiendo una parte significativa de la plantilla de las empresa Estructuras Corellanas SL, que hasta esa fecha prestaba servicios en la obra". IMI, ahora en proceso de liquidación, se creó con domicilio en Donostia, pero con una plantilla compuesta íntegramente por trabajadores de fuera de Gipuzkoa a los que, sin embargo, debía aplicarse el convenio territorial para cumplir con los pliegos de condiciones.
