lunes, 14 de septiembre de 2015

TABAKALERA... DEL REVÉS

TABAKALERA… DEL REVÉS
La deshonra de la cultura
Noticias de Gipuzkoa 14/IX/2015

ELAko arduraduna TABAKALERAko langileekin


Igor San Jose Izagirre
Responsable de ELA de la Construcción y Obras Públicas
Estos días hay general coincidencia en elogiar el resultado final de este gran edificio que contendrá el Centro Internacional de Cultura Contemporánea. Un edificio que está llamado a ser uno de los referente de Donostia 2016 (Capitalidad Europea de la Cultura).
Y yo me pregunto… ¿solo importa el resultado final, la apariencia y la imagen? … En definitiva, ¿la foto?.

No, yo creo que no. Y es que, para mí, la CULTURA con mayúsculas debería ir mucho mas allá de la simple foto estética del acabado final. Cultura que no puede ni debe obviar las circunstancias del “qué” y el “cómo” de su re-construcción, realizada, no lo olvidemos, por personas. Sobra decir a ese respecto, que un edificio cuyo objetivo sea ensalzar los valores relacionados con la cultura debería haber sido construido con arreglo a unos mínimos elementales de dignidad sociolaboral.

Y yo, que como responsable de ELA he conocido de primera mano el día a día de esta obra y sus numerosas irregularidades laborales, así como la precariedad en ella vivida, no podía dejar pasar su “gloriosa” inauguración sin recordar lo allí acontecido.

Jornadas abusivas, ritmos exagerados de trabajo, salarios de miseria e, incluso, constantes impagos salariales por los trabajos realizados, han sido el pan de cada día que han tenido que ingerir –a la fuerza- las plantillas que han hecho posible acabar esta obra a tiempo y con las expectativas políticas cubiertas.

Como sindicalista de ELA he tenido que denunciar y demostrar de la A a la Z cada irregularidad cometida. Han sido más de 50 denuncias, mas de 50 casos de precariedad constatadas a día de hoy de trabajadores de distintas subcontratas. Al final y merced a nuestro rigor, los responsables de esta obra no han tenido más remedio que hacer frente a todas estas irregularidades. Hablo de tener que abonar cantidades económicas por diferencias salariales respecto al convenio de la construcción de Gipuzkoa, que bien reflejan cuales eran las condiciones laborales que se estaban viviendo y que, claro está, hubieran devenido en definitivas sin nuestra intervención sindical, a saber.

·                    Se ha abonado una media individual de 15.000 euros en diferencias salariales que no se hubieran cobrado si no se hubiera denunciado y demostrado.

·                    Hay trabajadores que han llegado a cobrar más de 33.000 euros de diferencias salariales porque cobraban la miseria de 5, 6 ó 7 euros por hora trabajada.

·                    Respecto a los impagos, se ha llegado a dar el caso de trabajadores de TABAKALERA que llevaban ocho meses sin cobrar. Vergonzoso.

 Gracias a ELA, estas irregularidades han sido subsanadas y abonadas, Sin embargo, para nosotros, la subsanación (forzada) de estos abusos sigue sin suponer que la obra en cuestión refleje la CULTURA con mayúsculas que una mayoría social asociamos indisolublemente al respecto por quienes la han hecho físicamente posible.

Queremos obras que sean ejemplares desde el minuto uno, con adjudicaciones socialmente realistas (no al más barato y al más rápido) y sin competencias desleales, precariedad o destrucción de empleo. Obras dignas que enriquezcan a la ciudadanía con la creación de empleo igualmente digno y de calidad. Y cómo no, que nuestras arcas públicas también se vean beneficiadas por cumplirse la ley y no esquilmadas bajo el fraude generado por incumplirla. Y es que si todo los gremios, empresas y autónomos realizaran las mismas irregularidades que permiten –y hasta fomentan- las instituciones en esta clase de obras, se daría la paradoja de que nuestras arcas públicas carecerían del dinero suficiente para realizar obras de esta magnitud.

Finalmente, no me queda más que pedir a nuestros políticos que TABAKALERA no se quede en una mera foto y que ellos también cambien de CULTURA respecto a esta sangrante realidad cotidiana.