SI EXISTE VOLUNTAD POLITICA,
QUE DIGAN “SI” A LA NORMA FORAL
Igor San Jose Izagirre
Responsable de la construcción y obras públicas de ELA
Finalmente, la ansiada Norma Foral que recoge y garantiza la legalidad de las condiciones laborales de los trabajadores de las diversas empresas y subcontratas en la obra pública de Gipuzkoa, va a ser objeto de votación mañana -9 de julio- en las JJ.GG. de Gipuzkoa.
Finalmente, la ansiada Norma Foral que recoge y garantiza la legalidad de las condiciones laborales de los trabajadores de las diversas empresas y subcontratas en la obra pública de Gipuzkoa, va a ser objeto de votación mañana -9 de julio- en las JJ.GG. de Gipuzkoa.
Desde ELA llevamos
mucho tiempo luchando para que los derechos sociolaborales de los trabajadores
del sector de la construcción se respeten. Y es que,
amparándose en la crisis, la situación ha alcanzado tal grado de deterioro y
abuso, que la palabra “semiesclavitud” define mejor que nada lo que venimos
viendo día a día en este sector.
En
estos últimos años, mediante una extensa documentación recogida en cada tajo,
ELA ha puesto negro sobre blanco cada vulneración detectada. Ello, acompañado
de las movilizaciones y reuniones correspondientes, ha terminado
solucionando y demostrando muchos
gravísimos problemas de incumplimiento y abuso laboral, tanto en obras públicas
como privadas. Ahí están, sin ir más lejos, muchos casos del TAV, Galarreta,
Riberas de Loiola, Tabakalera o lo ocurrido en las obras de la Variante de
Hernani, por poner los ejemplos más mediáticos.
Y es que, de no interactuar de esta manera, estamos en
condiciones de afirmar que en el 100% de las obras no se respetaría, ni de
lejos, el respectivo convenio colectivo de la construcción.
Cuestiones tan básicas como el
cobro de salarios ajustados a la legalidad del Convenio, ritmos de trabajo
mínimamente humanos, o las más elementales medidas de seguridad y salud
laboral, suelen ser papel mojado en la actual tesitura. Y no sólo eso, sino que
también el fraude a las hoy exhaustas arcas públicas, la competencia desleal y
la destrucción de empleo que genera la no aplicación del convenio de la
construcción, es una realidad diaria sino se hace nada.
Si además añadimos las sucesivas
reformas sobre negociación colectiva impuestas vía-Madrid (donde se nos cambian
radicalmente las normas de juego hasta impedirnos en la práctica que se aplique
nuestros convenios territoriales) el escenario se torna realmente pavoroso. Hay
que señalar que estas nuevas leyes -que en ELA hemos calificado sin ambages
como auténtico golpe de estado sociolaboral- conllevan inexorablemente la
desaparición en el inmediato 2013 de estos convenios que hoy utilizamos como
base legal para revertir abusos como los citados. En su lugar, la nueva
legalidad concede absoluta prioridad aplicativa a los convenios de empresa,
aunque estos estén por debajo del territorial o Estatal. El objetivo es
evidente: un nuevo marco que posibilite que la explotación laboral que en ELA
venimos combatiendo, tenga merced a la nueva legislación, una base “legal”.
LA NORMA FORAL, UN GRAN PASO
POSITIVO
Pero una cosa son las leyes y otra
la voluntad de los distintos agentes políticos e institucionales al respecto.
En ELA tenemos muy claro que, si existe voluntad política en los agentes
citados, podremos al menos garantizar nuestros convenios en todo lo relacionado
con la obra pública y, de paso, blindarnos ante las salvajes reformas impuestas
desde Madrid.
Desde ELA esperamos que dicha norma salga adelante porque
fuimos nosotros (ELA) quienes el 28 de septiembre de 2012 presentamos la
correspondiente petición de Norma Foral ante esta Institución.
Podemos decir
que esta Norma Foral recoge letra y espíritu de todo aquello por lo que hemos
venido luchando día a día y tajo a tajo. Tenemos que añadir al respecto, que el
transcurrir de la tramitación de la Norma en cuestión no ha sido fácil ni carente
de dificultades, ya que el texto inicial no garantizaba a futuro nuestro
Convenio de Construcción de Gipuzkoa. Ello nos obligó a presentar diversas
alegaciones que, sorprendentemente, fueron inicialmente rechazadas.
Afortunadamente, tras varias reuniones con los diferentes partidos políticos y
después de entrevistarnos con la Diputada de infraestructuras Larraitz Ugarte,
fueron finalmente entendidas y aceptadas, dándoles curso a través de una
enmienda al anteproyecto presentada por el propio BILDU.
Este trabajo
institucional -que confiamos culmine positivamente mañana-, ha tenido un largo
previo de trabajo duro y constante de ELA en los diversos tajos. A ese respecto
hay que recordar las numerosas denuncias presentadas por nosotros en el caso de
la Variante de Hernani, así como las posteriores resoluciones de la Inspección
de Trabajo confirmando con pelos y señales los hechos denunciados. Sin este
trabajo riguroso de nuestros delegados y militantes, no habría sido posible
llegar a este punto esperanzador en que nos encontramos a nivel institucional y
así se nos ha reconocido en más de una ocasión.
Y es que una
cosa es la sospecha de la existencia de fraudes y su consecuencia de
competencia desleal y destrucción de empleo, etc. y otra, poder llegar a demostrarlo
fehacientemente como hemos hecho. Con ello, hemos proporcionado a Diputación
una “pista de aterrizaje” segura a nivel legal con la que poder llegar a este
punto de Norma Foral en ciernes.
Tenemos que
añadir a todo lo expuesto el considerable “trabajo de cocina” que nos ha
llevado a entrevistarnos con la totalidad de grupos políticos presentes en la
Institución (BILDU, PNV, PSE y ARALAR), con el objeto de exponerles la realidad
de la problemática (denuncias y resoluciones), así como nuestra iniciativa de
promover una Norma Foral como la que ahora va a ser objeto de votación.
Finalmente,
tenemos que decir que todo este ímprobo trabajo de presencia en los tajos,
denuncias ante Inspección, presentación de la iniciativa de Norma Foral,
alegaciones, reuniones con los Grupos Políticos, etc., ha sido realizado
gracias a la colaboración de nuestra militancia y delegados de ELA. Resaltar
este hecho no supone ejercicio de autoalabanza alguna, sino la proclamación del
orgullo que nos asiste por el trabajo en grupo bien hecho.
A esta larga
“maratón” por el respeto a los derechos sociolaborales de los trabajadores de
la Construcción, sólo le queda el “sprint final” de su aprobación en la
votación de mañana. Confiamos en que, finalmente, nuestra lucha tenga su
merecido final feliz institucional.
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