viernes, 29 de noviembre de 2013

TABAKALERA "Por 7 euros la hora"

Trabajadores subcontratados en las obras de Tabakalera rozan las 500 horas extra este año

Estaban cobrando un 55% menos de lo estipulado, según ela
El sindicato denuncia el "incumplimiento" de las condiciones laborales mínimas en esta obra pública

Trabajadores de TABAKALERA hablan con el responsable de ELA
Noticias de Gipuzkoa 29/11/2013
"En pleno centro de Donostia, en una obra promovida por el Ayuntamiento de Donostia, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco no se respetan ni de lejos unas condiciones laborales dignas. Más de 35 trabajadores de una subcontrata llamada Sogeprovi (encofradores) habrían cobrado un 55% menos de lo que les correspondería si no fuese por las denuncias que ha presentado el sindicato ELA".
Con esta contundente exposición describe el responsable de la Construcción de ELA, Igor San José, el deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores del sector, incluso en las obras públicas, donde finalmente los trabajos son realizados por empresas subcontratadas a "precios que no dan para cumplir con la legalidad".
Es algo "general" que sucede incluso en Gipuzkoa, donde desde 2010 la Diputación y otras instituciones públicas comenzaron a incluir en los pliegos de condiciones cláusulas para garantizar el cumplimiento de unas condiciones laborales mínimas tomando como referencia el convenio provincial de la construcción (2007-2009). Esta medida fue reforzada, además, en julio de este año con la aprobación de una norma foral.
Sin embargo, la realidad -relata San José- es que "aun y todo, estas obligaciones siguen sin cumplirse. Y cuando lo denuncias y lo demuestras, lo solucionan con dinero, pero sin atajar el problema. Han tenido que pagar esta demasía de horas, como horas extras cuando podían haber creado empleo en esta coyuntura de crisis. Es triste que no se den cuenta del daño que hacen. Y eso en el centro de Donostia, en una obra que tenemos supercontrolada. Imagínate en el resto...".
El Centro Internacional de Cultura Contemporánea (CICC) de Tabakalera lleva construyéndose desde 2010 en Egia, a los pies de la torre de Atotxa, en el histórico edificio de la fábrica de tabaco de Donostia, con más de 26.000 metros cuadrados. Este espacio está llamado a ser el centro de referencia de la cultura contemporánea en Gipuzkoa y debería ser una pieza importante de cara a la capitalidad cultural europea de Donostia 2016, año para que el CICC debería estar inaugurado.
rutina: "denuncias y pagan"
La actual fase se licitó por un precio de 27.290.992,09 euros y finalmente se adjudicó a una Unión Temporal de Empresas (UTE) liderada por dos constructoras del territorio por un valor de 18.527.854,52 euros (IVA incluido).
La última denuncia ante la Inspección de Trabajo la interpuso ELA el 13 de septiembre. Es una rutina. El sindicato "denuncia y la UTE paga", mientras "las instituciones lo asumen y no hacen nada para reconducir el problema. De hecho, las compañías adjudicatarias, que tienen a sus trabajadores en regla, están asumiendo los incumplimientos de las empresas que han subcontratado y que "a menudo" tienen a su plantilla en "condiciones laborales de esclavismo", denuncia San José. En su opinión, en el origen están las "subastas al mejor postor en el que se han convertido los concursos públicos, donde se tiene que subcontratar al más pirata para que den los precios".
La no aplicación de la condiciones laborales de la subcontrata Sogeprovi SL hacia sus trabajadores ha supuesto para la UTE, en lo que va de año, más de 500.000 euros, que tendrá que abonar a dichos trabajadores por la demasía de horas, las dietas y las diferencias sobre convenio.
"Y las instituciones lo saben. Al presidente del CICC, Juan Karlos Izagirre, que es el alcalde de Donostia, le tuve que mandar una carta certificada para pedirle que interviniera en una reunión tras diez meses de espera", explica San José, que interpuso la primera denuncia en esta obra el 27 de noviembre de 2012.
carta certificada al alcalde
Pese a la reunión con el alcalde y pedirle que interviniera, ELA dice que "todo sigue igual o peor. Se siguen adjudicando los lotes de esta obra al más barato y se están dando nuevos casos de explotación y esclavismo. Hay trabajadores de otra empresa que tras trabajar jornadas abusivas y a ritmos escandalosos han cobrado 900 euros, tras descontarles de la nómina casi 400 euros en conceptos de reconocimiento médico, cursos, IRPF, etc… Y los guardas de seguridad llevan tres meses sin cobrar. Lotsagarria da", exclama.
ELA afirma que "no se puede permitir en la coyuntura actual de crisis esta forma de trabajar y se tiene que repartir el trabajo en condiciones dignas: Los donostiarras tienen que saber que en una obra que tienen al lado, podrían trabajar si se hiciesen las cosas bien".

"Los paquistaníes que nos sustituyeron en el TAV dormían allí y cobraban a cuatro euros la hora"

conducen casi tres horas al día para venir a trabajar de a donostia; hasta hace poco eran "los más baratos"
 
Estar con el convenio guipuzcoano se traduciría en cobrar quince euros por hora trabajada. Hasta hace nada, ellos trabajaban por siete euros, un precio que incluye "todo": "Ahí van vacaciones, dietas y horas extraordinarias", admiten. Eso permitió a su empresa, una subcontrata con sede en Muskiz, acceder a muchas obras públicas de Gipuzkoa, donde las constructoras locales (pequeñas, medianas y grandes) no podían competir en precio. Su fórmula era muy eficaz. Trabajar más y cobrar menos. Ahora los trabajadores de Sogeprovi, cántabros y vizcainos en su mayoría, están dejando de ser los más baratos y pierden terreno ante otras compañías que a menudo emplean a trabajadores de otros países, como portugueses, paquistaníes o los provenientes de países del Este.
Llevan un año trabajando en las obras de Tabakalera y valoran los pliegos de condiciones de esta obra pública y la exigencia autoimpuesta por la Diputación de Gipuzkoa de cumplir unos mínimos. La mayoría se ha afiliado a ELA, el sindicato que denunció su caso y ahora reclama para ellos todo el dinero que les corresponde.
La central abertzale ha calculado las horas extra que han metido, las dietas que les debió pagar su compañía por venir desde tan lejos -varios de ellos viajan desde Castro Urdiales-, en virtud de lo que dice el convenio de Gipuzkoa. Y como su empresa no puede asumir el coste, la UTE que contrató a su compañía se hace cargo de la diferencia.
"Al principio no le queríamos ni verle (a Igor San José, responsable de ELA de la Construcción). Teníamos miedo, pero es normal" admiten ante el sindicalista, al que ahora acogen con naturalidad en la caseta de obra en la que comen el bocadillo. Allí, en su txoko, admiten incluso la presencia de un periodista, al que cuentan lo deteriorado que está el sector: "Es una vergüenza". Explican su peregrinaje, lo que significa que "no te llegue para la hipoteca" y "coger el coche tras una jornada de once horas e ir a 160 kilómetros por hora para llegar cuanto antes a casa, porque entre el viaje y el trabajo no tienes tiempo para estar con la familia".
El primer día después de la denuncia de ELA a su empresa, en noviembre de 2012, "nos cayó un chorreo", reconocen. Pero el sindicato volvió a entrar en las obras y exigió responsabilidades a la UTE y las instituciones.
Ahora admiten que otra empresa más barata que la suya les echó de las obras del TAV en el tramo de Hernani. "Y a esos también les echaron otros, unos paquistaníes que dormían allí, con mantas, y cobraban a cuatro euros la hora. ¡Qué era aquello!", exclaman.

No hay comentarios:

Publicar un comentario