BORROKATZEAK MEREZI DU!
Luchar merece la pena
Igor San Jose Izagirre ELAko Eraikuntzako Arduraduna |
Es de todos
conocido que en ELA llevamos mucho tiempo trabajando bastante más allá de la
denuncia formal para que en la Construcción se respeten, de una vez por todas, los derechos sociolaborales
del personal. Conscientes de que para ello no suele ser suficiente disponer de
la razón legal, vemos imprescindible movilizarnos también en calles, tajos,
ante sedes empresariales e institucionales. En definitiva, desde el barro de la obra,
hasta los despachos correspondiente, procuramos cubrir toda la gama de
actuaciones tendentes a resolver, caso por caso, cada incumplimiento de los
distintos convenios colectivos territoriales. Y es que, amparándose en la
crisis, la situación ha alcanzado tal grado de deterioro y abuso, que la
palabra “semiesclavitud” define mejor que nada lo que venimos viendo día a día
en este sector.
En
estos últimos años, mediante una extensa documentación recogida en cada tajo, ELA
ha puesto negro sobre blanco cada vulneración detectada. Ello, acompañado de
las movilizaciones y reuniones correspondientes, ha terminado solucionando muchos gravísimos problemas de incumplimiento
y abuso laboral, tanto en obras públicas como privadas. Ahí están, sin ir más
lejos, muchos casos del TAV, la variante de Hernani, Galarreta y Riveras de
Loiola, por poner los ejemplos más mediáticos.
Y es que, de no interactuar de esta manera, estamos en
condiciones de afirmar que en el 100% de las obras no se respetaría, ni de
lejos, el respectivo convenio colectivo de la construcción.
Cuestiones tan básicas como el
cobro de salarios ajustados a la legalidad del Convenio, ritmos de trabajo
mínimamente humanos, o las más elementales medidas de seguridad y salud laboral,
suelen ser papel mojado en la actual tesitura.
Si además añadimos las sucesivas
reformas sobre negociación colectiva impuestas vía-Madrid (donde se nos cambian
radicalmente las normas de juego hasta impedirnos en la práctica que se aplique
nuestros convenios territoriales) el escenario se torna realmente pavoroso. Hay
que señalar que estas nuevas leyes -que en ELA hemos calificado sin ambages
como auténtico golpe de estado sociolaboral- conllevan inexorablemente la
desaparición en el inmediato 2013 de estos convenios que hoy utilizamos como
base legal para revertir abusos como los citados. En su lugar, la nueva
legalidad concede absoluta prioridad aplicativa a los convenios de empresa,
aunque estos estén por debajo del territorial o Estatal. El objetivo es
evidente: un nuevo marco que posibilite que la explotación laboral que en ELA
venimos combatiendo tenga, merced a la nueva legislación, una base “legal”.
Pero una cosa son las leyes y
otra la voluntad de los distintos agentes políticos e institucionales al
respecto. En ELA tenemos muy claro que, si existe voluntad política en los
agentes citados, podremos al menos garantizar nuestros convenios en todo lo
relacionado con la obra pública y, de paso, blindarnos ante las salvajes
reformas impuestas por Zapatero (junio 2011) y Rajoy (julio 2012).
En este sentido, ELA ha venido
reuniéndose periódicamente con la Diputación de Gipuzkoa con el fin de blindar,
mediante los pliegos de condiciones correspondientes, nuestro Convenio
Guipuzcoano de la Construcción. Finalmente, estas reuniones han dado sus frutos,
acordándose para la última obra licitada por el ente foral la inclusión de
puntos que garantizan, como mínimo, la aplicación del Convenio Colectivo de
Gipuzkoa, estableciéndose en caso
contrario, sanciones de hasta el 10% del
importe adjudicado a las empresas que lo incumplan e incluso se podrá rescindir
el contrato a la empresa adjudicataria.
También el
contratista adjudicatario deberá permitir el acceso a las obras de los
representantes de las organizaciones sindicales representativas en el ámbito
del sector de la construcción de Gipuzkoa para llevar a cabo labores de
comprobación del cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos
laborales y del resto de las condiciones de trabajo.
ELA valora positivamente este
paso dado por el departamento de infraestructuras de la Diputación de Gipuzkoa
y ratifica, una vez más, que con voluntad política se pueden garantizar en el
futuro unas condiciones laborales dignas y de calidad. Como vemos en este caso
práctico, si se quiere se puede. Pero solo es un paso, a juicio
de ELA, el paso subsiguiente, sería convertir las citadas cláusulas de garantía
y blindaje en norma foral, de forma que constituyan un referente legal básico
incorporado “de oficio” a todos los pliegos de condiciones de obras y servicios
públicos impulsados por la Diputación Foral de Gipuzkoa en todos sus
departamentos. Así, al margen de las distintas tesituras políticas, la dignidad
en las condiciones sociolaborales del personal gozaría de un importante
sustento legal. Para ello, ELA está manteniendo reuniones con los diferentes
partidos políticos presentes en la Diputación Foral de Gipuzkoa. Acto seguido,
continuaremos haciéndolo con las otras dos Diputaciones, Gobierno Vasco y
Gobierno de Nafarroa, a fin de procurar extender esta importante iniciativa a
todas las Instituciones.
Y nos ratificamos: si
realmente hay voluntad política, que se demuestre.
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