lunes, 1 de octubre de 2012

Organizarse y luchar merece la pena

BORROKATZEAK MEREZI DU!
Luchar merece la pena

Igor San Jose Izagirre
ELAko Eraikuntzako Arduraduna
Es de todos conocido que en ELA llevamos mucho tiempo trabajando bastante más allá de la denuncia formal para que en la Construcción se respeten, de una vez por todas, los derechos sociolaborales del personal. Conscientes de que para ello no suele ser suficiente disponer de la razón legal, vemos imprescindible movilizarnos también en calles, tajos, ante sedes empresariales e institucionales.  En definitiva, desde el barro de la obra, hasta los despachos correspondiente, procuramos cubrir toda la gama de actuaciones tendentes a resolver, caso por caso, cada incumplimiento de los distintos convenios colectivos territoriales. Y es que, amparándose en la crisis, la situación ha alcanzado tal grado de deterioro y abuso, que la palabra “semiesclavitud” define mejor que nada lo que venimos viendo día a día en este sector.

En estos últimos años, mediante una extensa documentación recogida en cada tajo, ELA ha puesto negro sobre blanco cada vulneración detectada. Ello, acompañado de las movilizaciones y reuniones correspondientes, ha terminado solucionando  muchos gravísimos problemas de incumplimiento y abuso laboral, tanto en obras públicas como privadas. Ahí están, sin ir más lejos, muchos casos del TAV, la variante de Hernani, Galarreta y Riveras de Loiola, por poner los ejemplos más mediáticos.

Y es que, de no interactuar de esta manera, estamos en condiciones de afirmar que en el 100% de las obras no se respetaría, ni de lejos, el respectivo convenio colectivo de la construcción.

Cuestiones tan básicas como el cobro de salarios ajustados a la legalidad del Convenio, ritmos de trabajo mínimamente humanos, o las más elementales medidas de seguridad y salud laboral, suelen ser papel mojado en la actual tesitura.

Si además añadimos las sucesivas reformas sobre negociación colectiva impuestas vía-Madrid (donde se nos cambian radicalmente las normas de juego hasta impedirnos en la práctica que se aplique nuestros convenios territoriales) el escenario se torna realmente pavoroso. Hay que señalar que estas nuevas leyes -que en ELA hemos calificado sin ambages como auténtico golpe de estado sociolaboral- conllevan inexorablemente la desaparición en el inmediato 2013 de estos convenios que hoy utilizamos como base legal para revertir abusos como los citados. En su lugar, la nueva legalidad concede absoluta prioridad aplicativa a los convenios de empresa, aunque estos estén por debajo del territorial o Estatal. El objetivo es evidente: un nuevo marco que posibilite que la explotación laboral que en ELA venimos combatiendo tenga, merced a la nueva legislación, una base “legal”.

 SI SE QUIERE, SE PUEDE.

Pero una cosa son las leyes y otra la voluntad de los distintos agentes políticos e institucionales al respecto. En ELA tenemos muy claro que, si existe voluntad política en los agentes citados, podremos al menos garantizar nuestros convenios en todo lo relacionado con la obra pública y, de paso, blindarnos ante las salvajes reformas impuestas por Zapatero (junio 2011) y Rajoy (julio 2012).

En este sentido, ELA ha venido reuniéndose periódicamente con la Diputación de Gipuzkoa con el fin de blindar, mediante los pliegos de condiciones correspondientes, nuestro Convenio Guipuzcoano de la Construcción. Finalmente, estas reuniones han dado sus frutos, acordándose para la última obra licitada por el ente foral la inclusión de puntos que garantizan, como mínimo, la aplicación del Convenio Colectivo de Gipuzkoa, estableciéndose  en caso contrario, sanciones  de hasta el 10% del importe adjudicado a las empresas que lo incumplan e incluso se podrá rescindir el contrato a la empresa adjudicataria.

También el contratista adjudicatario deberá permitir el acceso a las obras de los representantes de las organizaciones sindicales representativas en el ámbito del sector de la construcción de Gipuzkoa para llevar a cabo labores de comprobación del cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales y del resto de las condiciones de trabajo.

ELA valora positivamente este paso dado por el departamento de infraestructuras de la Diputación de Gipuzkoa y ratifica, una vez más, que con voluntad política se pueden garantizar en el futuro unas condiciones laborales dignas y de calidad. Como vemos en este caso práctico, si se quiere se puede. Pero solo es un paso, a juicio de ELA, el paso subsiguiente, sería convertir las citadas cláusulas de garantía y blindaje en norma foral, de forma que constituyan un referente legal básico incorporado “de oficio” a todos los pliegos de condiciones de obras y servicios públicos impulsados por la Diputación Foral de Gipuzkoa en todos sus departamentos. Así, al margen de las distintas tesituras políticas, la dignidad en las condiciones sociolaborales del personal gozaría de un importante sustento legal. Para ello, ELA está manteniendo reuniones con los diferentes partidos políticos presentes en la Diputación Foral de Gipuzkoa. Acto seguido, continuaremos haciéndolo con las otras dos Diputaciones, Gobierno Vasco y Gobierno de Nafarroa, a fin de procurar extender esta importante iniciativa a todas las Instituciones.

Y nos ratificamos: si realmente hay voluntad política, que se demuestre.

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